—“Tu vestido no encaja con mi estética.”
La frase cayó como un bofetón.
Me llamo Margarita Álvarez, tengo setenta años y esa noche estaba sentada —apenas sentada— en el borde de un sofá blanco de cuero italiano en la nueva casa de mi hijo Ricardo y su esposa Bella Moreno, en las afueras de Madrid. Una mansión de cristal y acero, cinco millones de euros, bautizada por ellos como La Caja de Vidrio.
Yo intentaba no tocar nada. No dejar marca. No existir demasiado.
La fiesta de inauguración estaba llena de copas de champán, risas falsas y gente joven vestida de negro, beige y blanco. Todo combinaba. Todo, menos yo.
Bella se acercó con una sonrisa tensa, los tacones resonando como advertencia.
—¿Qué estás haciendo, Margarita? —susurró con veneno—. ¿Te has sentado en el sofá Cloud?
—Estoy… descansando —respondí con suavidad—. Me duele la cadera.
—¡Ricardo! —gritó ella—. ¡Tu madre está ensuciando el sofá!
Mi hijo apareció de inmediato, incómodo, mirando más a su esposa que a mí.
—Mamá… quizá podrías levantarte. O salir al jardín.
—Estoy cansada, hijo.
Bella perdió la paciencia. Su mano, firme y sin dudar, se apoyó en mi hombro… y empujó.
Resbalé del sofá y caí al suelo de hormigón pulido. El golpe fue seco. Sentí un crujido en la cadera y el aire se me escapó del pecho. La música se detuvo. Todos miraban.
—Solo te invitamos por cortesía —dijo Bella en voz alta, sin vergüenza—. Pero sinceramente, no encajas. Tu ropa es aburrida. No deberías quedarte mucho.
Ricardo intentó ayudarme a levantarme, pero Bella le apartó la mano.
—Que se levante sola.
Me incorporé despacio, con dolor, pero con dignidad. Sonreí.
—Disfrútalo mientras puedas, Bella —dije con calma—. Nada permanece cuando no se ha pagado con dinero propio.
Ella rió, creyendo que era una vieja delirante.
Yo no expliqué nada. Me fui.
Esa misma noche, entré en mi oficina privada por primera vez en años y marqué un número que no usaba desde hacía décadas.
Porque el sofá blanco no era lo único que no sabían de mí.
👉 ¿De dónde salió realmente el dinero de esa casa?
¿Y qué pasaría cuando yo decidiera recuperarlo?